lunes, 18 de enero de 2016

Fracturas, guia basica.




¿Qué es una fractura?


Es la ruptura total o parcial de un hueso por diversas causas; lo más común es que se deba a un accidente, una caída fuerte o una lesión deportiva. La fractura provoca un dolor intenso y dependiendo de la gravedad puede necesitar cirugía para recomponer el hueso.

Tipos


Existen distintas formas de clasificar las roturas de los huesos. Dependiendo del tipo de daño, se clasifican de la siguiente manera:

  • Fractura completa: El hueso se rompe en dos partes.
  • Fractura en tallo verde: El hueso se rompe pero no se separa en dos partes. Es típica de los niños.
  • Fractura simple: El hueso se quiebra por una parte.
  • Fractura conminuta: El hueso se quiebra en más de una parte o se astilla.
  • Fractura abierta: El hueso sobresale a través de la piel.
  • Fractura cerrada: Hay rotura pero no sobresale el hueso por la piel.


Fracturas por estrés


Son las que se dan al ejercer presión de forma repetitiva en los huesos. Se pueden distinguir dos tipos:

  • Fracturas por debilidad: por haber algún tipo de deficiencia ósea que debilite los huesos, como la osteoporosis.
  • Fracturas por fatiga: a causa de una actividad exagerada y repetitiva. Es frecuente en los deportistas o en aquellas personas que realizan actividades físicas de manera frecuente.


También hay otras causas que pueden provocar la fractura de un hueso, entre ellas están:

  • Caída
  • Accidentes automovilísticos 
  • Golpe directo
  • Maltrato infantil

Síntomas

  • Deformación de la zona.
  • Hinchazón, hematoma o sangrado en la zona afectada.
  • Entumecimiento y hormigueo.
  • Movimiento limitado o incapacitado.
  • Fiebre: en algún caso que aparece hematoma o sobreinfección.


Primeros Auxilios


  1. Revise las vías respiratorias y la respiración de la persona. De ser necesario, llame al número local de emergencias (065 en México) e inicie la respiración artificial, RCP o control de la hemorragia.
  2. Mantenga a la persona inmóvil y calmada.
  3. Examine con atención a la persona en busca de otras lesiones.
  4. En la mayoría de los casos, si la ayuda médica responde rápidamente, permita que el personal médico tome las medidas adicionales.
  5. Si la piel presenta ruptura, se debe tratar de inmediato para prevenir la infección. Pida ayuda de emergencia inmediatamente. No respire sobre la herida ni hurgue en ella. De ser posible, enjuague suavemente para retirar los detritos visibles y otros agentes contaminantes, cuidando de no frotarla ni irrigarla con demasiada fuerza. Cubra con apósitos estériles.
  6. En caso de ser necesario, inmovilice el hueso roto con un cabestrillo o tablilla. Entre los elementos posibles para entablillar se pueden considerar un periódico enrollado o tablillas de madera. Inmovilice la zona tanto por encima como por debajo del hueso lesionado.
  7. Aplique compresas de hielo para disminuir el dolor y la hinchazón.
  8. Tome medidas para prevenir unshock. Coloque a la víctima en posición horizontal, levántele los pies unas 12 pulgadas (30 centímetros) y cúbrala con un abrigo o una cobija; pero NO la mueva si sospecha de una lesión en la cabeza, la espalda o las piernas.

Verifique la circulación sanguínea 

Verifique la circulación sanguínea de la persona y presione fuertemente sobre la piel que se encuentra más allá del sitio de la fractura. (Por ejemplo, si la fractura se presenta en una pierna, presione en los pies.) La piel primero debe ponerse blanca y luego "rosada" aproximadamente en dos segundos. Otros signos de circulación inadecuada incluyen piel pálida o azulada, entumecimiento y hormigueo y pérdida del pulso. 

Si la circulación es insuficiente y NO se dispone de personal capacitado rápidamente, trate de realinear la extremidad en una posición normal de reposo. Esto reducirá la hinchazón, el dolor o el daño a los tejidos debido a la falta de irrigación sanguínea.


Tratamiento

Es importante que la persona que ha sufrido una fractura realice la menor cantidad de movimiento posible, ya que puede causar más dolor o complicaciones. Se debe esperar a que lleguen profesionales médicos que sepan cómo actuar. En caso de que se trate de una fractura abierta, es necesario intervenir rápidamente para evitar que se infecte.

El médico que intervenga al paciente realizará una radiografía para identificar la posición del hueso fracturado. Es importante conocer la causa de la fractura, pues ayuda al médico a identificar los huesos dañados y cómo tratarlos. Una vez identificada, se recolocará el hueso en su posición original. Si el hueso es muy largo o se ha fracturado en más de dos partes, es posible que el médico realice una cirugía e introduzca un clavo de metal para consolidarlo. Este clavo será quitado una vez el hueso haya sanado.

Si no hay necesidad de insertar un clavo, el hueso se recompondrá de forma natural. Los huesos comenzarán a producir células y vasos sanguíneos que irán cerrando las partes fracturadas del hueso hasta recuperar su forma original. También se pueden utilizar injertos óseos para acelerar la cicatrización que producen estas células.

Cuando los huesos se han desplazado en gran medida más allá de su posición original, se lleva a cabo una osteosíntesis, es decir, una cirugía para recolocar los huesos. Esto se hace mediante placas, tornillos, agujas o cerclajes con alambres.

Una vez recolocado el hueso, el médico aplica una escayola sobre la parte afectada y no la retirará hasta que el hueso se haya soldado, proceso que puede tardar de una o varias semanas dependiendo de la gravedad de la fractura.


Prevención


Mantener los huesos fuertes puede evitar una fractura. Para ello es imprescindible realizar ejercicio de manera habitual, especialmente aquellos que impliquen saltar o correr. La dieta también es importante; consumir calcio y vitamina D ayuda al desarrollo de los huesos y a su fortalecimiento.

También es importante utilizar la equipación adecuada al realizar ejercicio: casco, coderas o rodilleras pueden evitar que un hueso se rompa al caer o frente a un impacto fuerte.

Los niños corren más riesgo de sufrir una fractura al no tener los huesos completamente desarrollados, por lo que también es importante que estos se mantengan en un entorno seguro para evitar caídas que puedan tener consecuencias graves. Sin embargo, los niños tardan mucho menos tiempo en recuperarse de una fractura que un adulto.

De la misma forma, las personas mayores son más propensas a sufrir una fractura por la debilitación de sus huesos con el paso de los años. Otras acciones como fumar o consumir alcohol también pueden afectar a la densidad de los huesos y facilitar su fractura.


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jueves, 14 de enero de 2016

Como solicitar un servicio de emergencia




La pregunta es obvia ¿no? la mayoría de la gente toma un teléfono, llama al servicio de emergencias local y listo.

Pero en México no existe un numero unificado para solicitar ayuda de cualquier tipo a diferencia de países como Estados Unidos en donde marcar al 911 es suficiente para pedir ayuda, la operadora pregunta que tipo de emergencia es y despacha al equipo necesario, mientras tanto se queda en la linea con quien solicita la ayuda para darle algunas indicaciones.

Aqui existen muchos números para solicitar ayuda dependiendo del tipo de emergencia que sea; policiaca, medica, incendio, etc. Es prácticamente imposible saber todos estos números y en la ciudad de México como en otros estados del país habilitaron el numero 066 para solicitar unidades de emergencia.

El problema radica en que cuando marcamos al 066 la llamada entra a una central denominada C4 en donde preguntan que tipo de emergencia es y despachan a una patrulla a evaluar la situación, una vez que ellos llegan solicitan las unidades complementarias que se necesiten como bomberos, ambulancia, etc.

En las emergencias cada minuto cuenta y si consideramos que una patrulla llegara en 10 minutos y sumamos el tiempo en el que solicitan una ambulancia, el tiempo de respuesta de la misma será de por lo menos 25 o 30 minutos después de suscitada la emergencia; en ese tiempo el paciente ya entro en situación critica o simplemente falleció.

Hace un par de días una persona sufrió una caída de 15 metros y la gente hizo lo que sabe, llamo al 066 llego una patrulla 15 minutos después y posteriormente solicito una ambulancia que tardo otros 15 minutos, para cuando llego la ambulancia el paciente había muerto.

En otro caso el día de ayer un menor de 9 años falleció durante un asalto a su casa, los malhechores entraron a su casa lo descubrieron y le cortaron el cuello, sucedió lo mismo arribo una patrulla que llamo a protección civil que a su vez solicito una unidad medica y esta nunca llego lamentablemente el menor también falleció.

Y en otro caso registrado en noviembre y que personalmente atendí como paramédico fuera de turno circulando en mi auto encontré un atropellado que presentaba lesiones leves afortunadamente y estuve con el durante 30 minutos hasta que llego una ambulancia que había solicitado una unidad de policía.

Estos son solo tres de muchos casos en los que la gente no sabe que hacer cuando se le presenta una emergencia de cualquier tipo, pero en este caso quiero referirme a las emergencias medicas ya que es a lo que nos dedicamos.

Si usted tiene una emergencia medica DEBE conocer el numero telefónico para solicitar ayuda, en México el 065 de la Cruz Roja Mexicana es un numero a nivel nacional en donde una operadora despachara una ambulancia directamente al lugar en el que usted se encuentre ya que esta institución tiene mas de 550 delegaciones a lo largo del país.

Especificamente en la ciudad de México si tiene una emergencia medica evite llamar al 066 ya que como describimos en párrafos anteriores enviaran una patrulla a evaluar la situación y cabe mencionar que los policías en México no tienen entrenamiento en primeros auxilios como para poder ayudar a alguien en estos casos.

A continuación les dejamos los números de emergencia de la ciudad de México, téngalos siempre a la mano y recuerde que si es una emergencia medica llame a la Cruz Roja.

Bomberos 068
Cruz Roja 065
Policia 066
Proteccion civil 5683 2222
Centro Regulador de Urgencias Medicas 5768 5898

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martes, 12 de enero de 2016

Ansiedad






Todos sentimos ansiedad y estrés de vez en cuando. Hay situaciones que suelen despertar sentimientos de ansiedad como, por ejemplo, cumplir plazos de entrega ajustados, obligaciones sociales importantes o conducir con mucho tránsito. Esta ansiedad leve puede ayudar a mantenerlo alerta y concentrado para enfrentarse a situaciones amenazadoras o difíciles.
Pero las personas que sienten temor extremo y preocupaciones que perduran pueden estar lidiando con trastornos de ansiedad.  La frecuencia e intensidad de este tipo de ansiedad es a menudo debilitante e interfiere con actividades diarias. Sin embargo, con un tratamiento adecuado y eficaz, las personas que tienen trastornos de ansiedad pueden llevar vidas normales.

¿Cuáles son las principales clases de trastornos de ansiedad?

Hay varios tipos principales de trastornos de ansiedad. Cada uno tiene características particulares.
Las personas con trastornos de ansiedad generalizados tienen miedos o preocupaciones recurrentes como, por ejemplo, la salud o la situación económica, y con frecuencia tienen una sensación constante de que algo malo está por suceder. La causa de estos sentimientos intensos de ansiedad puede ser difícil de identificar. Sin embargo, los temores y preocupaciones son muy reales e impiden muchas veces que las personas se concentren en sus tareas diarias.
El trastorno de pánico implica sentimientos repentinos, intensos y no provocados de terror y pavor. Por lo general, las personas que tienen este trastorno desarrollan mucho miedo respecto a cuándo y cómo se producirá su próximo ataque de pánico, y en consecuencia a menudo limitan sus actividades.
Un trastorno relacionado incluye fobias, o miedos intensos, respecto a determinados objetos o situaciones. Las fobias específicas pueden incluir situaciones como encontrarse con determinados animales o volar en avión, mientras que las fobias sociales incluyen miedo con relación a entornos sociales o lugares públicos.
El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por sentimientos o pensamientos persistentes, incontrolables y no deseados (obsesiones) y rutinas o rituales que realizan las personas para tratar de evitar o para liberarse de estos pensamientos (compulsiones). Ejemplos de compulsiones comunes incluyen lavarse las manos o limpiar la casa en exceso por temor a los gérmenes, o verificar algo una y otra vez para detectar errores.
Algunas personas que tienen graves traumas físicos o emocionales, como por ejemplo, los producidos por un desastre natural o un accidente o delito grave pueden experimentar un trastorno de estrés postraumático. Los pensamientos, sentimientos y patrones de conducta se ven seriamente afectados por recuerdos de estos sucesos, a veces durante meses o incluso años después de la experiencia traumática.
Los síntomas como el temor extremo, falta de aire, taquicardia, insomnio, nauseas, temblores y mareos son comunes en estos trastornos de ansiedad. Aunque pueden producirse en cualquier momento, los trastornos de ansiedad surgen con frecuencia en la adolescencia o en el inicio de la adultez. Hay algunas evidencias de que los trastornos de ansiedad son hereditarios. Aparentemente, los genes, así como las primeras experiencias de aprendizaje en las familias, hacen que algunas personas sean más propensas que otras a padecer estos trastornos.

¿Por qué es importante buscar tratamiento para estos trastornos?

Si no se tratan, los trastornos de ansiedad pueden tener consecuencias graves. Por ejemplo, algunas personas que tienen ataques de pánico recurrentes evitan a toda costa ponerse en situaciones que temen podrían desencadenar un ataque. Esta conducta evasiva puede crear problemas si está en conflicto con requisitos del trabajo, obligaciones familiares u otras actividades básicas de la vida diaria.
Muchas personas que tienen trastornos de ansiedad no tratados son propensas a otros trastornos psicológicos, como depresión, y tienen una mayor tendencia al abuso de alcohol y otras drogas. Sus relaciones con familiares, amigos y compañeros de trabajo pueden volverse muy tirantes y su desempeño laboral puede decaer.

¿Hay tratamientos eficaces disponibles para los trastornos de ansiedad?

Por supuesto. La mayoría de los casos de trastornos de ansiedad pueden ser tratados satisfactoriamente por profesionales de la salud y la salud mental apropiadamente capacitados. Varias investigaciones han demostrado que tanto la terapia de conducta como la terapia cognitiva y de conducta (CBT) pueden ser muy eficaces para tratar los trastornos de ansiedad. Los psicólogos usan la CBT para ayudar a los pacientes a identificar y aprender a controlar los factores que contribuyen a su ansiedad.
La terapia de conducta implica usar técnicas para reducir o detener las conductas no deseadas asociadas con estos trastornos. Por ejemplo, una táctica implica tratar a los pacientes con técnicas de relajación y respiración profunda para contrarrestar la agitación y la hiperventilación (respiración rápida y superficial) que acompañan a determinados trastornos de ansiedad.
A través de la terapia cognitiva, los pacientes aprenden a entender cómo sus pensamientos contribuyen a los síntomas o trastornos de ansiedad y cómo modificar aquellos patrones para reducir la probabilidad de ocurrencia y la intensidad de la reacción. La conciencia cognitiva aumentada del paciente se combina a menudo con técnicas conductuales para ayudar a la persona a enfrentar y tolerar gradualmente situaciones de temor en un entorno controlado y seguro.
Conjuntamente con la psicoterapia, la medicación adecuada y eficaz puede desempeñar un papel importante en el tratamiento. En los casos en que se usa medicación, la atención de los pacientes puede ser manejada por un terapeuta en colaboración con un médico. Es importante que los pacientes se den cuenta de que algunos fármacos tienen efectos colaterales, que deben ser controlados atentamente por el médico que los receta.

¿Cómo puede un terapeuta calificado ayudar a una persona que tiene un trastorno de ansiedad?

Los psicólogos autorizados para ejercer están altamente calificados para diagnosticar y tratar los trastornos de ansiedad.  El entrenamiento extenso a cual se sujeten los psicólogos incluye el conocimiento y uso de una variedad de psicoterapias, incluso CBT o terapia cognitiva y de conducta.
A veces, los psicólogos usan otros métodos además de la psicoterapia individual. La psicoterapia en grupo, típicamente con personas que no son relacionadas pero que tienen un trastorno de ansiedad, es una manera eficaz de proveer apoyo. Además, la psicoterapia entre familia puede ayudar a los miembros de la misma a entender la ansiedad que siente su ser querido, y aprender nuevas formas de interactuar que no agraven su ansiedad ni los comportamientos relacionados con la ansiedad.
Las personas que sufren de trastornos de ansiedad también podrían considerar una clínica de salud mental u otros programas de tratamiento especializado dedicados a tratar trastornos específicos de ansiedad como pánico o fobias disponibles en su zona de residencia.

¿Cuánto tiempo dura el tratamiento psicológico?

La gran mayoría de las personas que padecen trastornos de ansiedad pueden reducir o eliminar sus síntomas y regresar a una vida normal al cabo de varios meses de psicoterapia apropiada. Muchas personas notan progresos en la eliminación de síntomas y la recuperación de su capacidad de funcionar al cabo de unas cuantas sesiones de tratamiento. Es muy importante entender que los tratamientos para los trastornos de ansiedad no surten efecto al instante. El paciente debe sentirse cómodo desde el principio con el tratamiento general propuesto y con el terapeuta con el que está trabajando. La cooperación del paciente es fundamental, y debe haber una fuerte sensación de que el paciente y el terapeuta están colaborando como un equipo para remediar el trastorno de ansiedad.
Ningún plan da buenos resultados con todos los pacientes. El tratamiento debe adaptarse a las necesidades del paciente y al tipo de trastorno, o trastornos, que tiene. El terapeuta y el paciente deben trabajar juntos para evaluar si el plan de tratamiento está bien encaminado. A veces es necesario realizar ajustes al plan, dado que los pacientes responden de manera diferente al tratamiento. No hay duda de que varios tipos de trastornos de ansiedad pueden afectar gravemente la función que desempeña una persona en el trabajo y el entorno familiar y social. Sin embargo, las posibilidades de una recuperación a largo plazo para la mayoría de las personas que buscan ayuda profesional son muy buenas. Las personas que tienen trastornos de ansiedad pueden trabajar con un terapeuta calificado y experimentado, como un psicólogo autorizado para que les ayude a recuperar el control de sus sentimientos y pensamientos, y últimamente el control de sus vidas.

La ansiedad y el estrés se están convirtiendo en una epidemia, por lo que debemos estar atentos a cualquier cambio de conducta o síntoma como los arriba descritos y si detectamos alguno de ellos hay que buscar ayuda inmediata ya que en adolescentes esta enfermedad puede resultar en depresión profunda e incluso en pensamientos suicidas.

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lunes, 11 de enero de 2016

Hemorragias


                                 





HEMORRAGIAS:

La hemorragia se refiere a la pérdida de sangre y puede ser: 
  • Dentro del cuerpo (internamente) 
  • Por fuera del cuerpo (externamente) 
El sangrado se puede presentar:
  • Dentro del cuerpo, cuando la sangre se filtra desde los vasos sanguíneos u órganos.
  • Por fuera del cuerpo, cuando la sangre fluye a través de una abertura natural (como la vagina, la boca o el recto).
  • Por fuera del cuerpo, cuando la sangre sale a través de una ruptura en la piel.


Consiga ayuda médica urgente para un sangrado profuso. Esto es muy importante si usted piensa que hay un sangrado interno. El sangrado interno puede volverse potencialmente mortal con rapidez y se necesita atención médica inmediata.
Las lesiones graves pueden provocar sangrado profuso. Algunas veces, las lesiones relativamente menores pueden sangrar mucho. Un ejemplo es una herida en el cuero cabelludo.
Usted puede sangrar mucho si toma anticoagulantes o tiene un trastorno hemorrágico, como hemofilia. El sangrado en estas personas requiere atención médica inmediata.
La medida más importante para el sangrado externo es aplicar presión directa. Esto detendrá la mayor parte del sangrado externo. 
Lávese siempre las manos antes, si es posible, y después de administrar los primeros auxilios a una persona que esté sangrando. Esto ayuda a prevenir infecciones.
Trate de utilizar guantes de látex al tratar a alguien que esté sangrando. Todo maletín de primeros auxilios debe contener guantes de látex. Las personas alérgicas al látex pueden utilizar guantes que no estén hechos de este material. Usted puede contraer la hepatitis viral si toca sangre infectada. El VIH se puede diseminar si la sangre infectada se introduce en una herida abierta, incluso en una pequeña.
Aunque las heridas por punción no suelen sangrar mucho, traen consigo un alto riesgo de infección. Busque atención médica para prevenir el tétanos u otra infección.
Las heridas abdominales o torácicas pueden ser muy serias debido a la posibilidad de hemorragia interna grave. Es posible que estas heridas no parezcan muy serias, pero pueden causar shock
  • Busque asistencia médica inmediata para cualquier herida abdominal o torácica. 
  • Si los órganos se asoman a través de la herida, no trate de devolverlos a su lugar. 
  • Cubra la herida con un trozo de tela humedecida o un vendaje.
  • Aplique sólo una presión muy suave para detener el sangrado. 
La hemorragia puede causar acumulación de sangre bajo la piel que se torna de color negro o azul (hematomas o moretones). Aplique una compresa fría en la zona lo más pronto posible para reducir la hinchazón. Envuelva hielo en una toalla y coloque la toalla sobre la lesión. No ponga hielo directamente sobre la piel.
Causas
El sangrado puede ser causado por lesiones o puede ser espontáneo. El segundo por lo general es ocasionado por problemas con las articulaciones o los tractos gastrointestinal o urogenital.

Sintomas
Usted puede tener síntomas como:
  • Sangre que proviene de una herida abierta
  • Hematomas
El sangrado también puede causar Shock, que puede incluir cualquiera de los siguientes síntomas:
  • Confusión o disminución de la lucidez mental
  • Piel fría y húmeda
  • Vértigo o mareo tras sufrir una lesión
  • Presión arterial baja
  • Palidez
  • Pulso acelerado
  • Aumento de la frecuencia cardíaca
  • Dificultad para respirar
  • Debilidad
Los síntomas del sangrado interno también pueden incluir:
  • Hinchazón y dolor abdominal.
  • Dolor torácico.
  • Cambios en el color de la piel que ocurren varios días después de una lesión (la piel puede tornarse de color negro, azul, púrpura, verde amarillenta).
La sangre proveniente de una abertura natural en el cuerpo también puede ser una señal de sangrado interno. Estos síntomas incluyen:
  • Sangre en las heces (aparecen de color negro, marrón o rojo rutilante)
  • Sangre en la orina (aparece roja, rosa o color té)
  • Sangre en el vómito (luce rojo brillante o marrón como café molido)
  • Sangrado vaginal (más abundante de lo normal o después de la menopausia)
Primeros Auxilios
Los primeros auxilios son apropiados para el sangrado externo. Si hay un sangrado intenso o usted cree que hay una hemorragia interna o la persona está en shock, consiga ayuda urgente.
  1. Calme y tranquilice a la persona. Ver sangre puede ser muy atemorizante.
  2. Si la herida afecta sólo las capas superiores de la piel (superficial), lávela con agua tibia y jabón, y séquela con palmaditas suaves. El sangrado de heridas superficiales o rasguños a menudo se describe como "exudado", debido a que es lento.
  3. Deje a la persona acostada. Esto reduce la posibilidad de un desmayo al aumentar el flujo de sangre al cerebro. Siempre que sea posible, eleve la parte del cuerpo que está sangrando.
  4. Retire cualquier residuo suelto o suciedad visible de la herida.
  5. No retire objetos, como un cuchillo, trozo de madera o flecha, que esté enterrado en el cuerpo. Hacerlo puede causar más daño y sangrado. Coloque almohadillas y vendajes alrededor del objeto y péguelo con cinta en el lugar.
  6. Aplique presión directa sobre una herida externa con un vendaje estéril, un trozo de tela limpio o incluso con una prenda de vestir. Si no hay otra cosa disponible, use las manos. La presión directa es lo mejor para un sangrado externo, excepto para una lesión ocular.
  7. Mantenga la presión hasta que se detenga el sangrado. Cuando éste se haya detenido, envuelva fuertemente el apósito sobre la herida con cinta adhesiva o con un pedazo de tela limpio. Coloque una compresa fría sobre el apósito. No mire por debajo del vendaje para ver si el sangrado se ha detenido.
  8. Si el sangrado continúa y se filtra a través del material que está siendo sostenido sobre la herida, no lo retire; simplemente, coloque otro vendaje sobre el primero. Asegúrese de buscar atención médica.
  9. Si el sangrado es profuso, consiga ayuda médica y tome las medidas necesarias para evitar el shock. Mantenga la parte del cuerpo lesionada completamente inmóvil. Acueste a la persona horizontalmente, levántele los pies unas 12 pulgadas (30 cm) y cúbrala con un abrigo o una manta. NO mueva a la persona si ha habido una lesión en la cabeza, el cuello, la espalda o una pierna, ya que al hacerlo se puede empeorar dicha lesión. Consiga ayuda médica lo más pronto posible.


Lo que no debe hacer
NO aplique un torniquete para controlar el sangrado, excepto como último recurso, pues hacerlo puede causar más mal que bien. Un torniquete sólo se debe usar en una situación potencialmente mortal y lo debe aplicar una persona que tenga experiencia.
Si la presión continua no ha detenido el sangrado y éste es extremadamente copioso, se puede emplear un torniquete hasta que llegue la ayuda médica o el sangrado sea controlable.
  • Se debe aplicar a la extremidad entre el sitio del sangrado y el corazón, y apretarlo de manera que se pueda controlar el sangrado aplicando presión directa sobre la herida.
  • Para elaborar un torniquete, utilice vendajes de 2 a 4 pulgadas (5 a 7,5 cm) de ancho y envuélvalos alrededor de la extremidad varias veces. Amarre un medio nudo (half knot) o nudo lasca (de rizo [square knot]), dejando puntas lo suficientemente largas como para atar otro nudo. Se debe colocar un palo o vara firme entre ambos nudos. Retuerza el palo hasta que el vendaje esté bien apretado para detener el sangrado y luego asegúrelo en su sitio.
  • Revise el torniquete cada 10 a 15 minutos. Si el sangrado se puede controlar (es manejable aplicando presión directa), retire el torniquete.
NO eche una ojeada a la herida para ver si el sangrado se está deteniendo. Cuanto menos toque la herida, mayor será la probabilidad de que pueda controlar el sangrado.
NO hurgue una herida ni jale un objeto incrustado en ella, pues esto generalmente provoca más sangrado y daño.
NO retire un apósito si está empapado en sangre. En vez de esto, coloque un nuevo vendaje encima.
NO trate de limpiar una herida grande, ya que esto puede causar un sangrado más profuso.
NO intente limpiar una herida una vez controlado el sangrado. Consiga ayuda médica.

Busque ayuda médica si
  • El sangrado no se puede controlar, requirió el uso de un torniquete o fue causado por una lesión grave.
  • La herida podría necesitar puntos de sutura.
  • La grava o suciedad no pueden eliminarse fácilmente limpiando con suavidad.
  • Usted cree que puede haber una hemorragia interna o shock.
  • Aparecen signos de infección, tales como incremento del dolor, enrojecimiento, hinchazón, líquido amarillento o marrón, ganglios linfáticos inflamados, fiebre o vetas rojas que se diseminan desde el sitio hacia el corazón.
  • La lesión se debió a una mordedura de animal o de humano.
  • El paciente no se ha hecho aplicar la vacuna antitetánica en los últimos 5 a 10 años.

Y como siempre en estos casos recordemos que 
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miércoles, 6 de enero de 2016

Ahogamiento, guia basica




Ahogamiento 


   
El "ahogamiento inminente" significa que una persona casi ha muerto por no poder respirar (asfixia) debajo del agua.
Si una persona ha sido rescatada de una situación de ahogamiento inminente, es muy importante que reciba los primeros auxilios y la atención médica de manera rápida.

Consideraciones 

  • Miles de personas se ahogan cada año y la mayoría de los ahogamientos ocurre a corta distancia del área de seguridad. La acción inmediata y los primeros auxilios pueden evitar la muerte.
  • Por lo general, una persona que se está ahogando NO puede gritar para pedir ayuda. Esté alerta a los signos de un ahogamiento.
  • Los niños pueden ahogarse en tan sólo unas pocas pulgadas de agua.
  • Existe la posibilidad de revivir a una persona que se está ahogando aun después de un período prolongado bajo el agua, especialmente si la persona es joven y estaba en agua muy fría.
  • Sospeche que ocurrió un accidente si observa a alguien en el agua con toda la ropa. Si detecta movimientos desiguales al nadar, es una señal de que el nadador se está cansando. Con frecuencia, el cuerpo se hunde y sólo la cabeza sobresale por encima del agua.

Causas

  • Intento de suicidio
  • Golpes en la cabeza o convulsiones al estar en el agua
  • Consumir alcohol al viajar en botes o al nadar
  • Caer a través de capas de hielo delgadas
  • Incapacidad de nadar o experimentar pánico al nadar
  • Dejar niños pequeños sin vigilancia alrededor de tinas y piscinas

Síntomas

Los síntomas varían, pero pueden incluir:
  • Distensión abdominal
  • Piel azulada en la cara, especialmente alrededor de los labios
  • Dolor torácico
  • Piel fría y apariencia pálida
  • Confusión
  • Tos con un esputo rosado y espumoso
  • Irritabilidad
  • Letargo
  • Paro respiratorio
  • Agitación
  • Respiraciones poco profundas o jadeos
  • Pérdida del conocimiento
  • Vómitos

Primeros auxilios

Cuando alguien se está ahogando:
  • No se ponga usted mismo en una situación de peligro. 
  • No ingrese al agua ni se aventure sobre el hielo a menos que esté absolutamente convencido de que es seguro hacerlo.
  • Extiéndale una vara o una rama larga o utilice una cuerda de lanzamiento atada a un objeto flotante, como un aro o un chaleco salvavidas. Arrójela hacia la persona y luego hálela hasta la orilla.
  • Si usted tiene entrenamiento en rescate de personas, hágalo de inmediato si está absolutamente seguro de que esto no le causará daño.
  • Tenga en cuenta que es posible que las personas que han caído en el hielo no sean capaces de tomar objetos a su alcance o de sostenerse mientras los halan a un sitio seguro.
Si la persona ha dejado de respirar, comience a darle respiración boca a boca tan pronto como pueda. Esto significa que se debe comenzar con el proceso de respiración asistida aunque todavía se esté en el agua.
Continúe dándole respiración a la persona a intervalos de pocos segundos mientras la traslada hasta tierra seca. Una vez en tierra, practique la reanimación cardiopulmonar (RCP) de ser necesario, aquí puede consultar mas datos sobre RCP, http://supervivencia9.blogspot.com/2016/01/rcp-podemos-salvar-vidas.html
Tenga siempre precaución al mover a una persona que se está ahogando. Suponga que la persona puede tener una lesión en el cuello o la columna y evite voltearle o doblarle el cuello. Mantenga la cabeza y el cuello muy quietos durante la reanimación cardiopulmonar y cuando traslade a la persona. Usted puede inmovilizar la cabeza con cinta, fijándola a una tabla de refuerzo o a una camilla, o asegurarle el cuello colocando toallas enrolladas u otros objetos a su alrededor.
Siga estos pasos adicionales:
  • Administre los primeros auxilios para cualquier otra lesión seria.
  • Mantenga a la persona calmada e inmóvil y busque asistencia médica de inmediato.
  • Para ayudar a evitar la hipotermia, retire las ropas mojadas y frías de la persona y cúbrala con algo caliente si es posible.
  • La persona puede toser y tener dificultad para respirar una vez que la respiración se reinicie. Tranquilícela hasta que llegue la ayuda médica.

No se debe

Consejos de seguridad importantes:

  • NO intente un rescate nadando, a menos que tenga el entrenamiento para llevar a cabo rescates en el agua.
  • NO ingrese en aguas turbulentas o fuertes que lo puedan poner en peligro.
  • NO se aventure sobre el hielo para rescatar a una persona que se está ahogando si la puede alcanzar estirando su brazo o con un objeto extendido.
La maniobra de Heimlich NO es parte de la rutina de rescate de una víctima que ha estado a punto de ahogarse. No efectúe esta maniobra a menos que hayan fallado los intentos repetitivos de acomodar las vías respiratorias y usar la respiración boca a boca para insuflar aire en los pulmones, y se piense que la persona tiene una obstrucción en las vías aéreas. Realizar la maniobra de Heimlich aumenta las probabilidades de que una persona inconsciente vomite y se ahogue luego con el vómito.

Cuándo contactar a un profesional médico

Llame al número local de emergencias si no puede rescatar a una persona que se está ahogando sin poner en peligro su vida. Si está entrenado y puede realizar el rescate de la persona, proceda y luego busque ayuda médica.
Todos los pacientes que han estado a punto de ahogarse deben ser examinados por un médico. Aunque puede parecer que la persona está bien en la escena del incidente, las complicaciones pulmonares son comunes. Se puede desarrollar desequilibrio de líquidos y químicos corporales (electrólitos) y presentarse otras lesiones traumáticas.

Prevención

Algunos consejos para ayudar a prevenir un ahogamiento inminente son:

  • Evite ingerir alcohol mientras está nadando o viajando en una embarcación.
  • El ahogamiento puede ocurrir dentro de cualquier recipiente de agua. No deje agua estancada en vasijas, cubetas, cajas para el hielo, piscinas para niños o bañeras, en áreas donde un niño pequeño pueda alcanzarlas. 
  • Asegure la tapa del inodoro con un dispositivo de seguridad para niños.
  • Ponga cercas en todas las piscinas o tinas de agua caliente y asegure todas las puertas de acceso a espacios exteriores e instale alarmas en las puertas y piscinas.
  • Si su hijo no aparece, revise la piscina de inmediato.
  • Nunca permita que los niños naden solos o sin supervisión, sin importar su capacidad para nadar.
  • Nunca deje a los niños solos por ningún período de tiempo ni les permita estar fuera del campo visual suyo cuando hay alguna piscina o espejo de agua cerca. Los ahogamientos han ocurrido cuando los padres se alejan "por un instante" para atender el teléfono o la puerta.
  • Siga las normas de seguridad en el agua.
  • Tome un curso de seguridad en el agua. 
  • Tenga sumo cuidado con cisternas y tinacos, estos deben estar siempre tapados de tal forma que un menor no pueda abrirlos.

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