jueves, 10 de diciembre de 2015

Obesidad, epidemia en México




México vive una epidemia de obesidad. El 73% de los adultos y el 35% de los niños y adolescentes tienen sobrepeso u obesidad, es decir, en total 60.6 millones de personas (el 52% de los mexicanos) sufren de esta condición.
El sobrepeso y la obesidad (SPyO) es el principal factor de riesgo de discapacidad y muerte para los mexicanos. De acuerdo con datos del Global Burden of Disease, el SPyO se asocia principalmente con diabetes y enfermedades cardiovasculares, pero también con trastornos óseos y musculares y algunos tipos de cáncer.
¿Por qué es importante?
La obesidad genera altas pérdidas económicas y reduce la competitividad del país:
  • Mayores costos al erario público para tratar enfermedades asociadas
  • Menor productividad laboral
  • Mayores gastos para la población y pérdida de calidad de vida


¿Cuánto nos cuesta la obesidad?
Para efectos de estimaciones, y debido a la falta de información, sólo se tomaron en cuenta los costos asociados con la diabetes mellitus tipo 2. Encontramos que existen 8,599,374 diabéticos por SPyO, de los cuales 48% están diagnosticados y reciben tratamiento y 49% no han sido diagnosticados. Además, anualmente mueren 59,083 personas a causa de dicho padecimiento, de las cuales 45% se encuentran en edad productiva.
Los costos sociales por dicha enfermedad ascienden a más de 85 mil millones de pesos al año. De esta cifra, 73% corresponde a gastos por tratamiento médico, 15% a pérdidas de ingreso por ausentismo laboral y 12% a pérdidas de ingreso por mortalidad prematura. Esto equivale a la mitad del presupuesto para la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.
Estimamos que cada año se pierden más de 400 millones de horas laborables por diabetes asociada al SPyO, lo que equivale a 184,851 empleos de tiempo completo. Esto a su vez representa el 32% de los empleos formales creados en 2014.
Para una persona es 21 veces más barato cambiar de hábitos que tratar una diabetes complicada. El costo de un prediabético obeso que modifica su dieta y actividad física es de 92,860 pesos en un acumulado a 30 años del diagnóstico. Sin embargo, si no cambia sus hábitos, por diversas complicaciones médicas puede llegar hasta 1.9 millones de pesos en 30 años, llevando a la bancarrota a su familia.
Para hacer estos cálculos, nos basamos en métodos similares a los que han usado los investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública, la Secretaría de Salud y el Global Burden of Disease. Todos los cálculos utilizan información pública y de sitios oficiales.
Esta administración ha emprendido esfuerzos considerables para enfrentar esta crisis. En 2013 el gobierno federal lanzó una iniciativa para articular las políticas para el combate a la obesidad. Entre las acciones que se incluyen en la Estrategia Nacional para el Combate contra el Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, destacan:
  • Reconocimiento de la emergencia sanitaria y definición de responsabilidades
  • Creación del Observatorio Mexicano de Enfermedades No Transmisibles (OMENT)
  • Impuestos a bebidas azucaradas y alimentos de alto contenido calórico
  • Análisis de la calidad de la atención médica
  • Algunas acciones para activación física
  • Lineamientos para venta y distribución de alimentos y bebidas en escuelas
  • Límites a publicidad infantil de alimentos y bebidas
  • Presupuesto para instalación de bebederos en escuelas
  • Aprobación de un acuerdo para el etiquetado frontal y el distintivo nutrimento


Sin embargo, la magnitud de esta epidemia demanda una mejor implementación de las medidas existentes. 

  1. Se necesitan más recursos para la prevención del sobrepeso y obesidad
  • La recaudación por el impuesto sobre bebidas azucaradas y alimentos no saludables es de 544 pesos por persona con SPyO. Sin embargo, el presupuesto para la Estrategia Nacional otorga sólo 5.3 pesos por persona con SPyO. La OCDE estima que en México podría implementarse un paquete de medidas de prevención completo por $152 por persona
  1. La implementación de los lineamientos escolares enfrenta retos considerables
  • Falta capacitación para el personal educativo ya que 70% del personal educativo desconoce los criterios para la venta de alimentos preparados y sólo 23% de las escuelas tienen guías para preparar un refrigerio escolar saludable
  • Falta fortalecer los mecanismos de verificación y sanción, ya que los incumplimientos se deben reportar al Consejo Escolar, pero sólo 86% de las escuelas tienen uno
  • De acuerdo con datos del Censo Educativo de 2013, el 80% de las escuelas públicas no tiene bebederos.
  • Además, para 2015 se autorizaron 1,360 millones de pesos para instalar bebederos en las escuelas públicas, esto representa 14% del costo total que se necesitaría para instalar bebederos en todas las escuelas públicas de país. No obstante, se desconoce el plan de implementación que seguirá la SEP con estos recursos
  1. Se deben ampliar las restricciones de publicidad en televisión y cine 
  • Falta ampliar los horarios y programas en los que aplica la regulación
  • La política actual no se apega a la recomendación de la Organización Panamericana de la Salud de regular todos los medios y herramientas dirigidos a los niños
  1. No hay un criterio único para definir qué productos son saludables
  • Cada instrumento se rige por distintos criterios nutrimentales, los cuales a veces son contradictorios
  1. Tasas muy bajas de actividad física
  • Falta fomentar la creación de espacios públicos favorables a las actividades deportivas
  • Privilegiar las inversiones orientadas hacia un transporte más activo
  • Es necesario crear incentivos que promuevan la actividad física en el contexto laboral
  1. El tratamiento de enfermedades crónicas es un reto para el sector salud
  • Se requiere detección temprana, monitoreo constante y especializado, tratamiento de largo plazo

La obesidad es un problema multifactorial por lo que esta crisis requiere de un portafolio integral de acciones agresivas y contundentes, las cuales no deben asumir que el exceso de peso depende exclusivamente de la voluntad del individuo.

Datos y cifras

  • Desde 1980, la obesidad se ha más que doblado en todo el mundo.
  • En 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos.
  • En 2014, el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas.
  • La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal.
  • En 2013, más de 42 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso.
  • La obesidad puede prevenirse.

¿Qué son el sobrepeso y la obesidad?

El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
La definición de la OMS es la siguiente:
  • Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso.
  • Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad.
El IMC proporciona la medida más útil del sobrepeso y la obesidad en la población, puesto que es la misma para ambos sexos y para los adultos de todas las edades. Sin embargo, hay que considerarla a título indicativo porque es posible que no se corresponda con el mismo nivel de grosor en diferentes personas.

Datos sobre el sobrepeso y la obesidad

A continuación se presentan algunas estimaciones mundiales recientes de la OMS.
  • En 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos.
  • En general, en 2014 alrededor del 13% de la población adulta mundial (un 11% de los hombres y un 15% de las mujeres) eran obesos.
  • En 2014, el 39% de los adultos de 18 o más años (un 38% de los hombres y un 40% de las mujeres) tenían sobrepeso.
  • La prevalencia mundial de la obesidad se ha multiplicado por más de dos entre 1980 y 2014.
En 2013, más de 42 millones de niños menores de cinco años de edad tenían sobrepeso. Si bien el sobrepeso y la obesidad tiempo atrás eran considerados un problema propio de los países de ingresos altos, actualmente ambos trastornos están aumentando en los países de ingresos bajos y medianos, en particular en los entornos urbanos. En los países en desarrollo con economías emergentes (clasificados por el Banco Mundial en países de ingresos bajos y medianos) el incremento porcentual del sobrepeso y la obesidad en los niños ha sido un 30% superior al de los países desarrollados.
En el plano mundial, el sobrepeso y la obesidad están relacionados con un mayor número de defunciones que la insuficiencia ponderal. La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas que la insuficiencia ponderal (estos países incluyen a todos los de ingresos altos y la mayoría de los de ingresos medianos).

¿Qué causa el sobrepeso y la obesidad?

La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. En el mundo, se ha producido:
  • un aumento en la ingesta de alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes, y 
  • un descenso en la actividad física como resultado de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y de una creciente urbanización.
A menudo los cambios en los hábitos de alimentación y actividad física son consecuencia de cambios ambientales y sociales asociados al desarrollo y de la falta de políticas de apoyo en sectores como la salud; agricultura; transporte; planeamiento urbano; medio ambiente; procesamiento, distribución y comercialización de alimentos, y educación.

¿Cuáles son las consecuencias comunes del sobrepeso y la obesidad para la salud?

Un IMC elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como:
  • las enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatía y accidente cerebrovascular), que en 2012 fueron la causa principal de defunción;
  • la diabetes;
  • los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante), y
  • las enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatía y accidente cerebrovascular), que en 2008 fueron la causa principal de defunción; la diabetes; los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante), y algunos cánceres (del endometrio, la mama y el colon).
El riesgo de contraer estas enfermedades no transmisibles crece con el aumento del IMC.
La obesidad infantil se asocia con una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta. Pero además de estos mayores riesgos futuros, los niños obesos sufren dificultad respiratoria, mayor riesgo de fracturas e hipertensión, y presentan marcadores tempranos de enfermedad cardiovascular, resistencia a la insulina y efectos psicológicos.

Afrontar una doble carga de morbilidad

Muchos países de ingresos bajos y medianos actualmente están afrontando una "doble carga" de morbilidad.
  • Mientras continúan lidiando con los problemas de las enfermedades infecciosas y la desnutrición, estos países están experimentando un aumento brusco en los factores de riesgo de contraer enfermedades no transmisibles como la obesidad y el sobrepeso, en particular en los entornos urbanos.
  • No es raro encontrar la desnutrición y la obesidad coexistiendo en un mismo país, una misma comunidad y un mismo hogar.
En los países de ingresos bajos y medianos, los niños son más propensos a recibir una nutrición prenatal, del lactante y del niño pequeño insuficiente. Al mismo tiempo, están expuestos a alimentos hipercalóricos ricos en grasa, azúcar y sal y pobres en micronutrientes, que suelen ser poco costosos. Estos hábitos alimentarios, juntamente con una escasa actividad física, tienen como resultado un crecimiento brusco de la obesidad infantil, al tiempo que los problemas de la desnutrición continúan sin resolver. 

¿Cómo pueden reducirse el sobrepeso y la obesidad?

El sobrepeso y la obesidad, así como sus enfermedades no transmisibles asociadas, son en gran parte prevenibles. Para apoyar a las personas en el proceso de realizar elecciones, de modo que la opción más sencilla sea la más saludable en materia de alimentos y actividad física periódica, y en consecuencia prevenir la obesidad, son fundamentales unas comunidades y unos entornos favorables.
En el plano individual, las personas pueden:
  • limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares;
  • aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos;
  • realizar una actividad física periódica ( 60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos).
La responsabilidad individual solamente puede tener pleno efecto cuando las personas tienen acceso a un modo de vida saludable. Por consiguiente, en el plano social es importante:
  • dar apoyo a las personas en el cumplimiento de las recomendaciones mencionadas más arriba, mediante un compromiso político sostenido y la colaboración de las múltiples partes interesadas públicas y privadas, y 
  • lograr que la actividad física periódica y los hábitos alimentarios más saludables sean económicamente asequibles y fácilmente accesibles para todos, en particular las personas más pobres.
La industria alimentaria puede desempeñar una función importante en la promoción de una alimentación saludable:
  • reduciendo el contenido de grasa, azúcar y sal de los alimentos elaborados; 
  • asegurando que todos los consumidores puedan acceder física y económicamente a unos alimentos sanos y nutritivos; 
  • poner en práctica una comercialización responsable, y
  • asegurar la disponibilidad de alimentos sanos y apoyar la práctica de una actividad física periódica en el lugar de trabajo. 

La respuesta de la OMS

Adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud en 2004, la Estrategia mundial de la OMS sobre régimen alimentario, actividad física y salud expone las medidas necesarias para apoyar una alimentación saludable y una actividad física periódica. La Estrategia exhorta a todas las partes interesadas a adoptar medidas en los planos mundial, regional y local para mejorar los regímenes de alimentación y actividad física entre la población.
La Declaración Política de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles adoptada en septiembre de 2011 reconoce la importancia crucial de reducir el nivel de exposición de las personas y las poblaciones a dietas poco sanas y al sedentarismo.
Esa Declaración manifiesta el compromiso de promover la aplicación de la Estrategia Mundial OMS sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud, incluida, según proceda, la introducción de políticas y medidas orientadas a promover dietas sanas e incrementar la actividad física en toda la población.
Dicho Plan de acción trata de partir de la labor del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco y de la Estrategia Mundial OMS sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud. El Plan de acción contribuirá a avanzar en las 9 metas mundiales relacionadas con las enfermedades no transmisibles que deben haberse cumplido en 2025, entre las que cabe mencionar una reducción relativa de un 25% en la mortalidad prematura debida a enfermedades no transmisibles y la contención de los índices mundiales de obesidad en los correspondientes a 2010. 
Para informar mejor y preparar una respuesta integral a la obesidad en la niñez en particular, la Directora General de la OMS estableció una comisión de alto nivel para acabar con la obesidad infantil, integrada por 15 eminentes personalidades de diversas procedencias profesionales y geográficas. La Comisión examinará los mandatos y estrategias existentes y los ampliará para corregir sus deficiencias, fomentará la sensibilidad sobre la obesidad infantil y generará una dinámica favorable para la acción.
Como podemos ver la obesidad es una epidemia en México y la principal forma de evitarla es controlar la alimentación sobre todo en niños y niñas ya que la comida "chatarra" abunda en las escuelas, la casa,etc.
Y otro punto muy importante a considerar es la actividad física ya que en nuestro país los niños y las niñas casi no tienen actividad física, en gran parte por la inseguridad que se vive en México y también por que la tecnología los mantiene apegados al internet, los videojuegos, el teléfono celular, etc.
¡Así que cuidemos nuestra alimentación y la de nuestra familia y realicemos actividad física constante, aparte de mejorar la salud es una gran manera de pasar tiempo con los que mas queremos!

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